Hace tiempo oí un chiste que me hizo mucha gracia, pero a la vez me hizo reflexionar sobre el día a día vivido en España. Y es que, una vez más, la realidad supera a la ficción, aunque en este caso la ficción está ligeramente velada y edulcorada para hacernos reír en vez de preocuparnos.
Las medidas absurdas que se están tomando contra la pandemia ya pasan de castaño oscuro, recordándonos una vez más que nada nos ha enseñado la historia. Todo se repite, nada nuevo bajo el sol. Los seres humanos seguimos prisioneros de engaños orquestados para tenernos controlados. ¿Son lógicas las medidas? ¿El cierre de negocios es necesario?