¡Mi prosa ha sido premiada!

9 diciembre, 2024

Como ya sabrán ustedes a estas alturas (o quizás no), de vez en cuando narro alguna crónica de mis aventuras literarias o me da por explicar mi paso por algún lugar relacionado con la literatura. En esta ocasión, es un poco de las dos cosas…

Todo empezó a raíz de un colega, que me anduvo pinchando para participar en un concurso de literatura. Normalmente (hasta ahora, al menos) no solía participar en ese tipo de concursos. Bastante me cuesta ponerme a escribir mis novelillas, para ponerme a escribir otras cosas… Pero, peeeero, PEEEERO… en esta ocasión era diferente: se trataba de un certamen de poesía y cuento DE HUMOR.

Ilusionado por la temática del concurso (no conocía ninguno que tocase esa temática) me decidí a enviar un par de poemas y un par de cuentos, a ver que pasaba. Pasaron los meses, hice mi vida al margen, y un buen día… recibo un correo electrónico.

Enhorabuena, ha ganado usted el Accésit de cuento, le esperamos en Alcantarilla para celebrarlo, darle un trofeo de un prestigioso artista del lugar y para convidarle a una magnífica cena de gala y una noche de hotel para dos personas con desayuno incluido.

Al principio pensé que era algún diploma por haber quedado finalista o algo por el estilo. Pero, a medida que fui leyendo, me extrañó que se tomasen tantas molestias por haber quedado entre los finalistas, cómo lo de la noche de hotel y esas cosas. Fui a las bases y sí, gané uno de los premios. ¡Yupi!

DEBÍA ir allá. Conocer Alcantarilla. Más allá del premio, tenía que ir a un lugar con un nombre tan gracioso. Vi que estaba en Murcia, y los accesos en transporte eran algo inviables debido a las desgracias acaecidas en el trayecto durante este año. Debíamos coger un BlaBlaCar de esos…

Temíamos quedarnos sin riñones, no obstante, era la mejor opción. Dicen que medio riñón puede hacer el trabajo de los dos, así que… Todo riesgo era poco con tal de ir a recoger el premio y tener la ocasión de ver a las tortugas ninja.

El escenario nos esperaba ahí, todo solemne…

Pero ya lo habéis visto en la foto anterior…

Nos recibió la bibliotecaria con una amabilidad exquisita, y nos dio la llave de nuestro hotel. ¡Sí! Teníamos alojamiento y todo. Creo que nunca, en la historia de la humanidad, se había tratado tan bien a alguien que se dedica a escribir… Aunque, pensándolo mejor, teniendo en cuenta que a Sócrates lo condenaron a muerte y jamás escribió nada, deberíais plantearos la necesidad vital de escribir…

Tras descansar un buen rato, nos pusimos guapos para ir a la presentación del último libro de Carmen Posadas, autora que conocíamos por nuestra cultura literaria haberla visto en Cuarto Milenio en más de una ocasión. Tras ello… ¡Empezó la gala!

Reconozco que, aunque ya estoy curado de espantos a estas alturas de la vida, estaba bastante nerviosillo. Mi idea era haber ido con un yukata a recoger el premio, ya que mi relato se llama «Follón en Japón». Afortunadamente, mi esposa me quitó esa idea de la cabeza, alegando nimiedades cómo mi comodidad, o que ya eran las tantas de la noche, estaba la maleta hecha y que en pocas horas íbamos de viaje hacia Murcia.

Al salir a recoger el premio, mis nervios me hicieron decir más tonterías de lo habitual. A punto estuve, y no es broma, de citar una profunda reflexión sobre el humor de la difunta Carmen de Mairena. Afortunadamente, me contuve de hacerlo. Aunque… el resultado final… tampoco fue muy ortodoxo…

«Más vale tener buen humor que en el culo un tumor»

Carmen de Mairena dixit

Entablé amistad con los poetas Juan Ramón y Daniel, accésit y premio de poesía respectivamente. Unos auténticos genios con los que tuve el inmenso placer de compartir la jornada. También conocí a Nerea y a su encantadora familia, una simpática muchacha que ganó el accésit al certamen juvenil de humor gráfico.

¡DUB!

La verdad es que me sentía muy humilde rodeado de tanta grandeza. Allá todos eran escritores de cierta edad y con muchos logros a sus espaldas. Gente culta y refinada. Y en medio de toda esa excelencia, estaba el majara que escribe estas líneas, con un par de obritas publicadas, algunos relatos de terror en venta en Amazon, y poca cosa más… Todo un pipiolo novatillo que aún le queda mucho camino por delante.

Aprecié mucho ver cómo funciona un certamen tan importante desde dentro, y hablar con organizadores, jurado, participantes… me quitó muchas dudas y pude aprender mucho de un mundo tan apasionante cómo desconocido. Y sí, pude hablar con todos ellos en la magnífica cena de gala, en donde zampé como si no hubiese un mañana mostrando así que los escritores somos unos muertos de hambre.

Pasamos la noche en el hotel, y por la mañana tuve el lujo de proseguir la charla con algunos de los participantes. Aprovechando que estaba por Murcia, visité también el lugar, con lugares tan curiosos cómo el museo del juguete, que no es un museo del juguete al uso, pero uno de los dueños resultó ser el presentador de la gala de la noche anterior. El mundo es un pañuelo.

Viendo la buena experiencia del certamen, no dudaré en participar en más, y con más frecuencia. Son un estímulo para seguir por la senda de la escritura, además de ser jornadas de aprendizaje muy interesantes. ¿Conocíais algún certamen de este tipo? ¿Os gustaría participar en alguno? No dudéis en comentarlo en la sección de comentarios.

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