Los libros, al igual que los juegos de mesa, son universos imaginarios que invitan a soñar. Es lógico que, debido a ello, vayan muchas veces de la mano.
Y es que en los últimos años hemos vivido un intenso incremento en cuanto a producción y fomento de los juegos de mesa. Reunirse con amigos para embarcarse en un mágico viaje a través de la imaginación siempre es algo placentero. Vivir la aventura donde tú eres el propio protagonista siempre es un reto interesante, y eso es precisamente lo que plantea un juego de mesa.
Los libros, por su parte, son mundos propios. Unos mundos que te hacen soñar e imaginar más allá de tu propia realidad. Pero son historias por lo general (quitando los libros de vive tu propia aventura) contemplativas, en donde el lector disfruta de ellas sin implicarse de manera personal, al menos durante su lectura. De ellos surgen películas y obras derivadas, ya que los libros dan para mucho. Una de esas obras son, precisamente, los juegos de mesa.
Un juego de mesa basado en una novela une lo mejor de ambos mundos: el universo fantástico y amplio desarrollado en un libro y la posibilidad de vivir la historia desde dentro e incluso con amigos de un juego de mesa. Poder formar parte de tu novela favorita sintiendo el universo que te hizo soñar en compañía de los tuyos y de forma divertida, no tiene precio.
En España, han sacado diversos juegos basados en novelas, como Los pilares de la tierra, la saga Harry Potter, el Señor de los anillos… Pero esos solo son una mínima parte de la producción mundial.
Recordad que disponéis de un juego de mesa
sobre mi novela El shaman urbano,
Si nos fijamos en el panorama internacional, podemos ver una gran variedad de novelas clásicas adaptadas a este maravilloso hobby. Así podemos encontrar a Moby Dick, El nombre de la Rosa (con el juego El misterio de la abadía), La Pimpinela Escarlata…
Autores como Lovecraft o Conan Doyle han sido de los más beneficiados de esta revolución, ya que han servido de inspiración para multitud de juegos basados en sus mundos. De hecho, los mitos de Cthulhu de Lovecraft han llegado a un público mayor gracias a los juegos de mesa, dando a conocer a un prolífico escritor único en sus relatos. Por otra parte, vivir las aventuras de Sherlock Holmes es un sueño hecho realidad para todo aquel amante de la novela negra.
Y es que el universo de los juegos de mesa es inmenso. También se han hecho juegos de mesa sobre películas y series. De hecho, recuerdo la serie española Aguila Roja que tuvo tanto éxito que se sacaron por lo menos tres juegos de mesa diferentes sobre la misma serie.
El problema en estos casos es que existe el prejuício, a veces cierto, de que el producto carezca de calidad en pro de la mera promoción. Puedo dar fe que en el caso de los juegos de Aguila Roja no fue así en absoluto, siendo estos unos juegos excepcionales.
Cada vez más autores reivindicamos los juegos de mesa como obras de creación artística independientes e incluso compatibles con el resto de obras que creamos. Cada día nos esforzamos más en producir obras de ocio para el disfrute de muchos aficionados.
Autores como Steve Jackson, Reiner Kinzia u Oriol Comas y Coma ya se han establecido como autores de juegos de mesa pese a todas las dificultades tanto legislativas como sociales. ¿Seguirá avanzando el hobby hasta llegar a un futuro prometedor para los juegos de mesa?
¿Y vosotros que opináis? ¿Os gustan los juegos de mesa? ¿Os gustaría que hablase de mis creaciones en este campo? No os privéis de comentar.
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